Los coches eléctricos son eficientes, silenciosos y circulan sin generar emisiones. Requieren menos mantenimiento y gran parte de la electricidad que necesitan proviene de fuentes renovables. Significan una ventaja decisiva para el medioambiente. Y para todos nosotros.

La huella de carbono es el indicador ambiental que refleja la suma de gases de efecto invernadero emitidos. Y este indicador es mucho mejor en los coches eléctricos que en los de combustión. Esto sucede durante toda su vida útil y ha sido demostrado por numerosos estudios. La clave es que un motor eléctrico es más eficiente y no emite ni un gramo de CO₂.

Es cierto, la producción de las baterías genera CO₂. Pero la energía consumida en ese proceso se recupera a medio plazo. Un estudio reciente muestra que el balance de CO₂ se iguala a los 30.000 km. ¡Un valor superlativo considerando que las baterías tienen una duración prevista de 250.000 km!

Los coches eléctricos no figuran en la clasificación de generadores de contaminación. Es lógico, pues no emiten ningún contaminante. Gracias a ello pueden circular libremente en las cada vez más habituales zonas urbanas protegidas. Una gran ventaja frente a los vehículos de combustión.

Un coche eléctrico es perfecto para la ciudad. Sus ventajas son claras, es silencioso, ofrece una conducción dinámica y divertida y no requiere cambiar de marcha. 

 Además, gran parte de los más de 10.000 puntos públicos de carga actualmente existentes en España se concentran en las grandes ciudades. Siempre conducirás de forma respetuosa con el medioambiente. En la ciudad y camino hacia el futuro. 

También como coches de empresa o vehículos comerciales, los Opel eléctricos son socios fiables en la actividad diaria: no producen emisiones, no generan estrés y son muy eficientes. 

Fuente: https://www.opel.es/e-movilidad/ventajas.html